Espronceda consideraba el “Canto II” de El diablo mundo como un “desahogo de mi corazón”. En estos versos, el poeta expresa con emotiva intensidad su dolor por la muerte de la que fuera su amante, Teresa Mancha, recordando primero los momentos de felicidad, pero sin olvidar el sufrimiento que a ella le produjo ese mismo amor.
CANTO
II. A TERESA
¿Por qué volvéis a la memoria mía,
tristes recuerdos del placer perdido,
a aumentar la ansiedad y la agonía
de este desierto corazón herido?
¡Ay!, que de aquellas horas de alegría,
tristes recuerdos del placer perdido,
a aumentar la ansiedad y la agonía
de este desierto corazón herido?
¡Ay!, que de aquellas horas de alegría,
le quedó al corazón solo un gemido,
¡y el llanto que al dolor los ojos niegan,
lágrimas son de hiel que el alma anegan! [...]
lágrimas son de hiel que el alma anegan! [...]
¿Quién pensara jamás, Teresa mía,
que fuera eterno manantial de llanto
que fuera eterno manantial de llanto
tanto inocente amor, tanta alegría,
tantas delicias y delirio tanto?
¿Quién pensara jamás llegase un día
en que perdido el celestial encanto
y caída la venda de los ojos,
tantas delicias y delirio tanto?
¿Quién pensara jamás llegase un día
en que perdido el celestial encanto
y caída la venda de los ojos,
cuanto diera placer causara enojos?
Aún parece, Teresa, que te veo
aérea como dorada mariposa,
ensueño delicioso del deseo,
sobre tallo gentil temprana rosa,
Aún parece, Teresa, que te veo
aérea como dorada mariposa,
ensueño delicioso del deseo,
sobre tallo gentil temprana rosa,
del amor venturoso devaneo,
angélica, purísima y dichosa,
y oigo tu voz dulcísima, y respiro
tu aliento perfumado en tu suspiro.
Y aún miro aquellos ojos que robaron
angélica, purísima y dichosa,
y oigo tu voz dulcísima, y respiro
tu aliento perfumado en tu suspiro.
Y aún miro aquellos ojos que robaron
a los cielos su azul, y las rosadas
tintas sobre la nieve, que envidiaron
las de mayo serenas alboradas;
y aquellas horas dulces que pasaron
tan breves, ¡ay!, como después lloradas,
tintas sobre la nieve, que envidiaron
las de mayo serenas alboradas;
y aquellas horas dulces que pasaron
tan breves, ¡ay!, como después lloradas,
horas de confianza y de delicias,
de abandono y de amor y de caricias.
de abandono y de amor y de caricias.
José de Espronceda, El diablo mundo
Aproximación al contenido del texto
1) Contesta estas cuestiones sobre el fragmento del Canto a Teresa:
· ¿A quién se dirige el yo poético en los ocho primeros versos? ¿Y en los siguientes?
· ¿Está hablando consigo mismo o con otra persona? Justifica tu respuesta con elementos del texto.
· ¿En qué estado de ánimo se encuentra el emisor? ¿Cómo se hallaba en el pasado?
· Razona si esos recuerdos le producen o no felicidad.
2) Deduce algunos datos de los versos de Espronceda:
· ¿Qué relación existía entre Teresa y la voz poética? Señala los versos que te han permitido averiguarlo.
· Explica a qué se debe el dolor del emisor. Justifica tu respuesta a partir de elementos textuales.
· ¿Por qué aparece en el poema por dos veces la interjección ¡ay!?
3) ¿Espera contestación a sus preguntas la voz poética? Explica los motivos de tu respuesta.
Análisis de la estructura
4) El texto de Espronceda se divide en tres partes. Completa el cuadro:
- Recuerdo del pasado:
- Recuerdo de Teresa:
- Retrato de la mujer:
5) Razona si nos hallamos ante un diálogo o ante un monólogo.
Análisis de las formas de expresión
Desde el verso___________________hasta_____________________ Desde el verso___________________hasta_____________________ Desde el verso___________________hasta_____________________
6) Mide los ocho primeros versos de esta composición e indica el tipo de rima y de estrofa empleadas.
7) El texto presenta numerosos adjetivos. Señálalos y di son explicativos o especificativos. ¿Cuál es la función de los superlativos?
8) Estos versos de Espronceda son también muy ricos en el empleo de recursos expresivos:
· Identifica las antítesis con las que se contraponen pasado y presente. ¿Qué otras palabras y expresiones manifiestan ese contraste?
· La alteración del orden sintáctico habitual es constante (las de mayo serenas alboradas > las serenas alboradas de mayo). Localiza otros ejemplos en el texto y escríbelos en el orden esperado.
· En el retrato de Teresa se incorporan comparaciones, personificaciones y metáforas. Señálalas e indica entre qué elementos se establecen.
· Busca en el poema un ejemplo de reduplicación.
Valoración y relación con el contexto literario
9) ¿Crees que Espronceda consigue transmitir el dolor que siente la voz poética? Expón en un texto breve los motivos de tu respuesta.
10) Relaciona el fragmento del Canto a Teresa con su época y con el autor:
· Señala en el texto rasgos propios del romanticismo.
· ¿En qué se diferencia este poema de otros textos de Espronceda?
Rima LII
Olas gigantes que os rompéis
bramando
en las playas desiertas y
remotas,
envuelto entre la sábana de
espumas,
¡llevadme con vosotras!
Ráfagas de huracán
que arrebatáis
del alto bosque las
marchitas hojas,
arrastrado en el ciego
torbellino,
¡llevadme con vosotras!
Nube de tempestad que
rompe el rayo
y en fuego ornáis las
sangrientas orlas,
arrebatado entre la niebla
oscura,
¡llevadme con vosotras!
Llevadme, por piedad,
a donde el vértigo
con la razón me arranque la
memoria.
¡Por piedad! ¡Tengo miedo de
quedarme
con mi dolor a solas!
G.A. Bécquer, Rimas
1. Lee atentamente las
siguientes Rimas y responde
a las preguntas que figuran a continuación:
a) Localización
b) Tema.
c) Estructura interna y externa.
d) Explica y comenta dos figuras retóricas que aparezcan
en el texto.
e) Opinión crítica razonada.
Comentario de texto. Novela realista. 4o ESO
La Regenta
El argumento de La Regenta, cuya
acción transcurre en Vetusta (Oviedo), es el siguiente: La joven Ana Ozores,
criada por unas tías suyas que le buscan un marido a la altura de su belleza,
acepta, tras un período de inclinación religiosa, casarse con Don Víctor, un
magistrado –regente de la Audiencia- cincuentón. Don Víctor es insensible a
la belleza de Ana y se dedica a la caza y a la lectura. Ana, acosada por el
seductor local Álvaro Mesía, se refugia en el consuelo espiritual que le proporciona
Fermín de Pas, canónigo de la catedral. Al sospechar más adelante que el
canónigo tiene hacia ella sentimientos “demasiado humanos”, acaba por dejarse
arrastrar hacia Álvaro Mesía, a quien se entrega. De esto se entera todo el
mundo gracias a Petra, la criada de la casa. Don Víctor y Álvaro se baten en
duelo y el exregente muere. Ana sobrevive envuelta en el desprecio general de
Vetusta.
Con octubre muere en Vetusta el
buen tiempo. Al mediar noviembre suele lucir el sol una semana, pero como si
fuera ya otro sol, que tiene prisa y hace sus visitas de despedida preocupado
con los preparativos del viaje del invierno. Puede decirse que es una ironía
de buen tiempo lo que se llama veranillo de San Martín1. Los
vetustenses no se fían de aquellos halagos de luz y calor y se abrigan y
buscan su manera peculiar de pasar la vida a nado durante la estación odiosa
que se prolonga hasta fines de abril. Son anfibios que se preparan a vivir
debajo de agua la temporada que su destino les condena a este elemento. Unos
protestan todos los años haciéndose de nuevas y diciendo: “¡Pero ve usted
qué tiempo!” Otros, más filósofos, se consuelan pensando que a las muchas
lluvisa se debe la felicidad y hermosura del suelo. “o el cielo o el suelo,
todo no puede ser”.
Ana Ozores no era de las que se
resignaban. Todos los años, al oír las campanas doblar tristemente el día de
los Santos, por la tarde, sentía una angustia nerviosa que encontraba pábulo2
en los objetos exteriores, y sobre todo en la perspectiva ideal de un invierno,
de otro invierno húmedo, monótono, interminable, que empezaba con el primer
clamor de aquellos bronces.
Aquel año la tristeza había
aparecido a la hora de siempre. Estaba Ana sola en el comedor. Sobre la mesa
quedaban la cafetera de estaño, la taza y la copa en que había tomado café
don Víctor, que ya estaba en el casino jugando al ajedrez. Sobre el platillo
de la taza yacía medio puro apagado, cuya ceniza formaba repugnante amasijo
impregnado del café frío derramado. Todo esto miraba La Regenta con pena,
como si fuesen ruinas de un mundo. La insignificancia de aquellos objetos que
contemplaba le partía el alma; se le figuraban que eran símbolos del
universo, que era así, ceniza, frialdad, un cigarro abandonado a la mitad por
el hastío del fumador. Además, pensaba en el marido incapaz de fumar un puro
entero y de querer por entero a una mujer. Ella era también como aquel
cigarro, una cosa que no había servido para uno y ya no podía servir para
otro.
Todas estas locuras las pensaba,
sin querer, con mucha formalidad. Las campanas comenzaron a sonar con la
terrible promesa de no callarse en toda la tarde ni en toda la noche. Ana se
estremeció. Aquellos martillazos estaban destinados a ella.
No eran fúnebres lamentos las
campanas, como decía Trifón Cármenes en el Lábaro3 del día, que la
doncella acababa de poner sobre el regazo de su ama; no eran fúnebres
lamentos, no hablaban de los muertos, sino de la tristeza de los vivos, del
letargo de todo; tan, tan, tan, ¡cuántos!, ¡cuántos! ¡y los que faltaban!
¿Qué contaban aquellos tañidos? Tal vez las gotas de lluvia que iban a caer
en aquel otro invierno... Y de repente recordó que ella también había
escrito versos, y pensó que podían ser muy malos también. ¿Si habría sido
ella una Trifona? Probablemente... ¿Si en el fondo no sería ella más que una
literata vergonzante, a pesar de no escribir ya versos ni prosa? Sí, sí, le
había quedado el espíritu falso, torcido de la poetisa, que por algo el buen
sentido vulgar desprecia.
Como otras veces Ana fue tan lejos
en este vejamen de sí misma, que la exageración le obligó a retroceder y no
paró hasta echar la culpa de todos sus males a Vetusta, a sus tías, a D.
Víctor, a Frígilis; y concluyó por tenerse aquella lástima tierna y
profunda que la hacía tan indulgente a ratos para con los propios defectos y
culpas.
Se asomó al balcón. Por la plaza
pasaba todo el vencidario de la Encimada camino del cementerio, que estaba
hacia el Oeste, más allá del Espolón, sobre un cerro. Llevaban los
vetustenses los trajes de cristianar; criadas, nodrizas, soldados y enjambres
de chiquillos eran la mayoría de los transeúntes; hablaban a gritos,
gesticulaban alegres; de fijo no pensaban en los muertos...
Ana aquella tarde aborrecía más
que otros días a los vetustenses; aquellas costumbres tradicionales,
respetadas sin conciencia de lo que se hacía, sin fe ni entusiasmo, repetidas
con mecánica igualdad como el rítmico volver de las frases o los gestos de un
loco; aquella tristeza ambiente que no tenía grandeza, que no se refería a la
suerte incierta de los muertos, sino al aburrimiento seguro de los vivos, se le
ponían a la Regentea sobre el corazón, y hasta creía sentir la atmósfera
cargada de hastío, de un hastío sin remedio, eterno. Si ella contara lo que
sentía a cualquier vetustense, la llamaría romántica; a su marido no había
que mentarle semejantes penas: enseguida se alborotaba y hablaba de
régimen, y de programa y de cambiar de vida. Todo menos apiadarse de los
nervios o lo que fuera.
CLARÍN, La Regenta, Alianza
LEE,
COMPRENDE Y ANALIZA
1.
¿En
qué lugar y en qué época del año se desarrollan los hechos narrados?
2.
¿A
quién echaba Ana la culpa de su tristeza?
3.
¿Qué
siente Ana hacia los vetustenses? Localiza alguna frase que haga alusión a
esos sentimientos.
4.
Una
técnica habitual del Naturalismo es el uso de imágenes degradantes. ¿Con
quién se compara a los habitantes de Vetusta? ¿Con quién se compara la propia
Ana?
5.
En
el fragmento ¿se puede afirmar que hay un protagonista individual y uno
colectivo? ¿Cuáles son?
6.
¿Cómo
está organizado el contenido o asunto del texto? ¿En cuántas partes se
podría dividir? (estructura interna o temática). Razona tu respuesta.
7.
Indica
el tema del texto de entre los que a continuación se sugieren:
a)
La discordancia entre el modo de ser de Ana y los habitantes y costumbres de
Vetusta.
b)
Las costumbres de los habitantes de Vetusta.
c)
Los sentimientos de Ana.
8.
Resume
en siete u ocho líneas el contenido del texto.
9.
¿Qué
predomina en el texto: la descripción de ambientes, sensaciones, sentimientos,
etc., o la narración de hechos? ¿Qué impresión produce: de aceleración
narrativa o de ralentización?
10. Localiza las figuras literarias que encuentres en el texto.11. Conclusión
Comentario de texto. Modernismo. 4o ESO
MARINA. Rubén Darío
Mar
armonioso.
mar
maravilloso,
tu
salada fragancia,
tus
colores y músicas sonoras
me dan
la sensación divina de mi infancia
en que
suaves las horas
venían
en un paso de danza reposada
a
dejarme un ensueño o regalo de hada.
Mar
armonioso,
mar
maravilloso
de
arcadas de diamante que se rompen en vuelos
rítmicos
que denuncian algún ímpetu oculto,
espejo
de mis vagas ciudades de los cielos,
blanco y
azul tumulto
de donde
brota un canto
inextinguible,
mar
paternal, mar santo,
mi alma
siente la influencia de tu alma invisible.
Velas de
los Colones
y velas
de los Vascos,
hostigadas
por odios de ciclones
ante la
hostilidad de los peñascos;
o
galeras de oro,
velas
purpúreas de bajeles
que
saludaron el mugir del toro
celeste,
con Europa sobre el lomo
que
salpicaba la revuelta espuma.
Magnífico
y sonoro
se oye
en las aguas como
un
tropel de tropeles,
¡tropel
de los tropeles de tritones!
Brazos
salen de la onda, suenan vagas canciones,
brillan
piedras preciosas,
mientras
en las revueltas extensiones
Venus y
el Sol hacen nacer mil rosas.
Rubén Darío
Aproximación al contenido del texto.
1.-Contesta las siguientes cuestiones sobre el poema
Marina:
-¿A quién se dirige la persona que habla en estos versos?
-¿A quién se dirige la persona que habla en estos versos?
-¿Cómo se denomina el mar en el texto? ¿Qué adjetivos se
le aplican?
-Di a qué peligros del mar se alude en la composición.
-¿A qué se refiere la expresión canto inextinguible?
-¿Qué sensaciones provoca el mar
en la voz poética?
2.-Amplía la información a partir de esta composición de
Rubén Darío:
-¿A qué figuras históricas se refieren los sustantivos Colones
y Vascos de los versos 19 y 20.
-El poema contiene alusiones a los cinco personajes mitológicos del recuadro. Localízalas, busca en una enciclopedia de quiénes se trata e intenta explicar el significado de su presencia en Marina.
-El poema contiene alusiones a los cinco personajes mitológicos del recuadro. Localízalas, busca en una enciclopedia de quiénes se trata e intenta explicar el significado de su presencia en Marina.
Zeus-Europa-tritones-Venus-Sol.
3.-Identifica el tema del texto entre los siguientes:
a) Alabanza del mar.
c) Agitación del mar.
b) El mar, paso de navegantes.
b) El mar, paso de navegantes.
d) El mar, espacio mitológico.
Análisis de la estructura.
4.-Teniendo en cuenta su contenido, el texto de Darío se
divide en dos partes; señálalas y di de qué trata cada una.
5.-¿Contiene descripción el poema? Razona tu respuesta.
Análisis de las formas de expresión.
6.-Mide los ocho primeros versos de Marina, señala su
rima e indica si constituyen o no una estrofa.
7.-Esta composición presenta una gran riqueza de
adjetivos:
-Localízalos y clasifícalos según el elemento sensorial
al que hacen referencia.
-¿Encuentras algún epíteto? Cópialo y explica por qué lo es.
-¿Encuentras algún epíteto? Cópialo y explica por qué lo es.
8.-En el texto, Rubén Darío incorpora numerosos recursos
expresivos:
-Ten en cuenta la repetición de sonidos e identifica los recursos que contribuyen al ritmo del poema.
-Señala las personificaciones, metonimias y metáforas, y explícalas. -Localiza en el poema un ejemplo de sinestesia, indica qué sentidos se relacionan y qué sensación se sugiere con este recurso.
-Ten en cuenta la repetición de sonidos e identifica los recursos que contribuyen al ritmo del poema.
-Señala las personificaciones, metonimias y metáforas, y explícalas. -Localiza en el poema un ejemplo de sinestesia, indica qué sentidos se relacionan y qué sensación se sugiere con este recurso.
Valoración y relación con el contexto
literario.
9.-En el poema se ofrecen diversas imágenes del mar.
Indica si todas son tratadas por igual o si se destaca alguna.
10.-Relaciona el poema Marina con la producción de
Rubén Darío y con el modernismo literario:
-Identifica en esta composición temas y aspectos
formales, características del autor y de la obra a la que pertenece.
-Argumenta por qué Marina constituye un buen ejemplo de texto modernista.
-Argumenta por qué Marina constituye un buen ejemplo de texto modernista.
GENERACIÓN DEL 98
1. Lee atentamente el siguiente texto y responde a las
preguntas que figuran a continuación:
- ¿Cómo? -exclamó Augusto sobresaltado- ¿Qué me va usted
a dejar morir, a hacerme morir, a matarme?
- ¡Sí, voy a hacer que mueras!
-
¡Ah, eso nunca! ¡nunca! ¡nunca! –gritó.
- ¡Ah! – le dije mirándole con lástima y rabia-. ¿Con que
estabas dispuesto a matarte y no quieres que yo te mate? ¿Con que ibas a
quitarte la vida y te resistes a que te la quite yo?
- Sí, no es lo mismo...
- En efecto, he oído contar casos análogos. He oído de
uno que salió una noche armado de un revólver y dispuesto a quitarse la vida,
salieron unos ladrones a robarle, le atacaron, se defendió, mató a uno de
ellos, huyeron los demás, y al ver que había comprado su vida por la de otro
renunció a su propósito.
- Se comprende –observó Augusto-; la cosa era quitar a
alguien la vida, matar un hombre, y ya que mató a otro, ¿a qué había de
matarse? Los más de los suicidas son homicidas frustrados; se matan a sí mismos
por falta de valor para matar a otros...
- ¡Ah, ya, te entiendo Augusto, te
entiendo! Tú quieres decir que si tuvieses valor para matar a Eugenia o a
Mauricio o a los dos no pensarías en matarte a ti mismo, ¿eh?
- ¡Mire usted, precisamente a esos...no!
- ¿A quién,
pues?
- ¡A usted! – y me miró a los ojos.
-¿Cómo? – exclamé poniéndome en pie-
¿cómo? Pero ¿se te ha pasado por la imaginación matarme? ¿tú? ¿y a mí?
- Siéntese y tenga calma. ¿O es que cree usted, amigo don
Miguel, que sería el primer caso en que un ente de ficción, como usted me llama,
matara a aquel a quien creyó darle ser...ficticio?
- ¡Esto ya es demasiado
–decía yo paseándome por mi despacho-, esto pasa de la raya! Esto no sucede más
que...
- Más que en las nivolas –concluyó él
con sorna.
-- ¡Bueno, basta! ¡basta! ¡basta! ¡Esto no se pude tolerar! ¡Vienes
a consultarme, a mí, y tú! Empiezas por discutirme mi propia existencia,
después el derecho que tengo a hacer de ti lo que me dé la real gana, sí, así
como suena, lo que me dé la real gana, lo que me salga de...
- No sea usted tan
español, don Miguel...
- ¡Y eso más, mentecato! ¡Pues sí, soy español, español
de nacimiento, de educación, de cuerpo, de espíritu, de lengua y hasta de
profesión y oficio; español sobre todo y ante todo, y el españolismo es mi
religión, y el cielo en que quiero creer es una España celestial y eterna y mi
Dios un Dios español, el de Nuestro señor don Quijote, un Dios que piensa en
español y en español dijo: ¡sea la luz!, y su verbo fue verbo español...
MIGUEL DE
UNAMUNO: Niebla
a. Tema.
b. Estructura interna y externa.
c. Características de la generación del 98 presentes en
el texto.
d. Valoración personal razonada.
GENERACIÓN DEL 27
Lee atentamente el siguiente texto y responde a las
preguntas que figuran a continuación:
Quítate ya los
trajes,
las señas, los
retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura,
libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te
llame
entre todas las
gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te
llama,
el que te quiere
suya,
enterraré los
nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me
echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al
anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del
mundo,
te diré:
“Yo te quiero, soy yo”.
Pedro Salinas, La voz a ti debida,
1933.
a) Tema.
b) Estructura
interna y externa.
c) Explica y
comenta dos figuras retóricas que aparezcan en el texto.
d) Opinión crítica
razonada.
LEE ESTOS
TEXTOS:
La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean las aguas podridas.
La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.
La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible:
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.
Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraíso ni amores deshojados:
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.
La luz es sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.
Poeta en Nueva York. F. G.
Lorca
A Ángel del Río
Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.
Mástil de soledad, prodigio isleño,
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.
Cuando te vi señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales,
como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.
Gerardo Diego
DON LATINO: Deja esa farsa. Vamos a caminar.
MAX: Échame el aliento. ¿Adónde te has ido,
Latino?
DON LATINO: Estoy a tu lado.
MAX: Como te has convertido en buey, no
podía reconocerte. Échame el aliento, ilustre buey del pesebre belenita. ¡Muge, Latino! Tú eres el
cabestro, y si muges vendrá el Buey Apis. Lo torearemos.
DON LATINO: Me estás asustando. Debías
dejar esa broma.
MAX: Los ultraístas son unos farsantes. El
esperpentismo lo ha inventado Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse en el callejón del
Gato.
DON LATINO: ¡Estás completamente curda!
MAX: Los héroes clásicos reflejados en los
espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española solo puede darse con una
estética sistemáticamente deformada.
DON LATINO: ¡Miau! ¡Te estás contagiando!
MAX: España es una deformación grotesca de
la civilización europea.
DON LATINO: ¡Pudiera! Yo me inhibo.
MAX: Las imágenes más bellas en un espejo
cóncavo son absurda
Valle-Inclán
COMENTARIO DE
TEXTO
SITÚA
1– Sitúa a Federico García Lorca y a Gerardo
Diego en la Literatura española, anotando las etapas de su poesía.
2– Sitúa a Valle-Inclán en la literatura
española, teniendo en cuenta lo que has estudiado anterior- mente.
COMPRENDE
Poema de
Federico García Lorca
1– Clasifica en dos columnas los sustantivos,
verbos y adjetivos del poema este poema (una columna para los que sugieren algo
positivo y otra para los negativos). ¿Cuál de las dos columnas tiene más
términos?
2– ¿Cuál es la opinión de Lorca acerca de la
sociedad americana?
Poema de Gerardo
Diego
1– ¿Por qué es importante el ciprés para el
poeta? Explícalo detenidamente.
ANALIZA
1– ¿A qué género literario que pertenece cada
uno de los poemas anteriores? Razona la respuesta.
2– ¿A qué movimiento literario pertenece cada
uno de los poemas anteriores? Razona la respuesta.
3– Mide cada poema y anota su esquema métrico.
¿Qué estrofa forma cada uno? Razona la res- puesta.
4– En el poema de Gerardo Diego, ¿cuáles son
las metáforas con las que el poeta alude al ciprés? Anota y explica cada una de
ellas.
5– Explica detenidamente la figura literaria
aparece en : Hoy llegó a ti, riberas del
Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.
6– Observa la explicación de lo que es el
esperpento, según las palabras de Valle-Inclán. Define “esperpento” con tus
palabras.
ELABORA TU PROPIO COMENTARIO
NARRATIVA CONTEMPORÁNEA
Comentario
de texto. 4o ESO. Novela de posguerra
El siguiente fragmento pertenece
al inicio de la novela Plenilunio, del escritor jienense Antonio Muñoz Molina. Mediante la
utilización de distintas técnicas narrativas que
le permiten acumular información sobre el protagonista y sobre su misión, el
autor adentra a los lectores en un clima de
misterio que desvelará a lo largo de la novela.
De día y de noche iba por la
ciudad buscando una mirada. Vivía nada más que para esa tarea, aunque
intentara hacer otras cosas o fingiera que las hacía, sólo miraba, espiaba
los ojos de la gente, las caras de los desconocidos, de los camareros de los
bares y los dependientes de las tiendas, las caras y las miradas de los
detenidos en las fichas. El inspector buscaba la mirada de alguien que había
visto algo demasiado monstruoso para ser suavizado o desdibujado por el olvido,
unos ojos en los que tenía que perdurar algún rasgo o alguna consecuencia del
crimen, unas pupilas en las que pudiera descubrirse la culpa sin vacilación,
tan sólo escrutándolas, igual que reconocen los médicos los signos de una
enfermedad acercándoles una linterna diminuta. Se lo había dicho el padre
Orduña, “busca sus ojos”, y lo había mirado tan fijo que el inspector se
estremeció ligeramente, casi como mucho tiempo atrás, aquellos ojos
pequeños, miopes, fatigados, adivinadores, que lo reconocieron en cuanto él
apareció en la Residencia, tan instantáneamente como él mismo, el inspector,
debería reconocer al individuo a quien buscaba, o como el padre Orduña había
reconocido en él hacía muchos años el desamparo, el rencor, la vergüenza y
el hambre, incluso el odio, su odio constante y secreto al internado y a todo
lo que había en él, y también al mundo exterior.
Sería probablemente la mirada de
un desconocido, pero el inspector estaba seguro de que la identificaría sin
vacilación ni error en cuanto sus ojos se cruzaran con ella, aunque fuese una
sola vez, de lejos, desde el otro lado de una acera, tras los cristales de un
bar. Le ayudaba en su búsqueda la circunstancia ventajosa de que también él
era todavía en gran parte un desconocido en la ciudad, porque le habían
trasladado a ella sólo unos meses antes, a principios de verano, casi por
sorpresa, cuando ya no creía que su petición fuera a ser respondida, al menos
hasta que el año siguiente volviera a abrirse el concurso de traslados. Si
algo tarda tanto en llegar, más valdría que ya no llegara nunca: el inspector
le mostró la notificación a su mujer, que llevaba años esperándola, pero
ella no dio señales de alegría, ni siquiera de alivio, se limitó a asentir,
despeinada todavía, ausente, como recién levantada, aunque eran las tres de
la tarde, volvió a guardar en el sobre la notificación con membrete y prosa
oficial, la dejó sobre un aparador y se quedó un instante con la cabeza baja,
como si no recordara adónde iba, frotándose las manos.
Antonio Muñoz Molina, Plenilunio. 1
COMENTARIO DE TEXTO
Análisis del
contenido
1. Contesta estas cuestiones sobre el
texto de Antonio Muñoz Molina:
· ¿Cuál es la profesión del
protagonista de la novela?
· Nombra otros personajes
aludidos en el texto.
· ¿En qué espacio se
desarrolla este fragmento inicial? Indica en qué momento del año comienza la historia.
· ¿Qué le obsesiona al
protagonista? ¿Cuál es su única dedicación en los últimos tiempos?
· Explica por qué le
favorece ser un desconocido en la ciudad.
2. Deduce algunos datos de este
fragmento de Plenilunio:
· ¿A quién crees que busca
el inspector? Copia la frase que te ha permitido averiguarlo.
· ¿Dónde transcurrió la
infancia del protagonista? Explica cómo fue ese período de su vida.
· ¿Qué relación mantiene el
padre Orduña con el personaje?
· Señala qué otros datos de
la vida del inspector conocemos.
3. ¿Qué tienen en común el
protagonista y la persona que este busca?
Análisis de la
estructura
4. En el texto se superponen el
pasado y el presente del protagonista. Completa el cuadro señalando las partes
correspondientes y explica el contenido de cada una:
Pasado: Desde______________ hasta
_________ y desde__________ hasta ______
Presente: Desde_____________
hasta_________ y desde __________ hasta _____
5. ¿Ante qué tipo de narrador nos
encontramos? Justifica tu respuesta con ejemplos del texto.
Análisis de las
formas de expresión
6. Analiza el uso de los tiempos
verbales y la adjetivación del fragmento:
· ¿Qué tiempo verbal se
emplea para narrar?
· ¿Qué efecto provoca su
uso? Compruébalo cambiando la forma verbal a pretérito perfecto simple.
· Localiza los adjetivos del
texto e indica si son valorativos o meramente descriptivos.
· ¿Qué otras formas de
calificación se usan en el fragmento?
7. En el texto se utilizan algunos
recursos expresivos:
· Señala comparaciones e indica
entre qué elementos se establecen.
· El ritmo se logra por medio de repeticiones, paralelismos y enumeraciones. Localiza ejemplos de cada uno de estos recursos.
· El ritmo se logra por medio de repeticiones, paralelismos y enumeraciones. Localiza ejemplos de cada uno de estos recursos.
8. ¿Encuentras alguna elipsis? En
caso afirmativo, di en qué contenidos.
Valoración y
relación con el contexto literario
9. El comienzo de esta novela
contiene la intriga necesaria para continuar leyéndola. Explica cómo consigue
el autor crear ese clima.
10.Relaciona este fragmento de Plenilunio
con la novela española contemporánea:
· ¿En qué etapa de la
evolución de la novela contemporánea incluirías esta obra? Explica por qué.
· Nombra otras obras que
sigan esta misma tendencia.
Otros textosLa colmena. Camilo J. Cela
Al niño que
cantaba flamenco le arreó una coz una golfa borracha. El único comentario fue
un comentario puritano:
- ¡Caray, con las
horas de estar bebida! ¡ Qué dejará para luego?
El niño no se
cayó al suelo, se fue de narices contra la pared. Desde lejos dijo tres o
cuatro verdades a la mujer, se palpó la cara y siguió andando [...]
El niño no tiene
cara de persona, tiene cara de animal doméstico, de sucia bestia, de pervertida
bestia de corral. Son muy pocos sus años para que el dolor haya marcado aún
el navajazo del cinismo - o de la resignación- en su cara, y su cara tiene una
bella e ingenua expresión estúpida, una expresión de no entender nada de lo
que pasa. Todo lo que pasa es un milagro para el gitanito; que nació de
milagro, que come de milagro, que vive de milagro y que tiene fuerzas para
cantar de puro milagro.
Detrás de los
días vienen las noches, detrás de las noches vienen los días. El año tiene
cuatro estaciones: primavera, verano, otoño, invierno. Hay verdades que se
sienten dentro del cuerpo, como el hambreo las ganas de orinar.
La colmena. Camilo J.
Cela
VARIOS:
Insomnio
Insomnio
Madrid
es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas
estadísticas).
A
veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45
años que me pudro,
y
paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir
blandamente la luz de la luna.
Y
paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido,
fluyendo como
la
leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y
paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre
lentamente mi alma,
por
qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid,
por
qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime,
¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes
que se te sequen los grandes rosales del día,
las tristes azucenas letales de
tus noches?
Dámaso
Alonso, Hijos de la ira
COMENTARIO DE TEXTO LÍRICO
1.
Comprensión do texto
2. Localización. Contextualización
3. Análisis del contenido: tema - resumen.
4. Análisis de la estructura: MÉTRICA (estructura externa) /
SEMÁNTICA (estructura interna)
5. Comentario estilístico (siempre justificando, poniendo ejemplos del
texto):
1. Nivel fónico: verso, rima, rima y
estrofa. Relacionar con el movimiento literario. Figuras retóricas basadas en
el sonido (onomatopeya, aliteración…): ejemplos y con qué finalidad se
utilizan.
2. Nivel morfosintáctico: Predominio de unas categorías
gramaticales sobre otras. Señalar qué valor tienen. Tiempos verbales que
dominan y por qué. Predominio de la oración simple (estilo sencillo) oración
compuesta (complejidad). Figuras del
plano morfosintáctico (ejemplos y valor)
3. Nivel léxico – semántico: Palabras clave, presencia de palabras
compuestas, derivadas, valor connotativo de algunos términos, sinónimos,
antónimos... Figuras y tropos del plano
léxico-semántico. Poner ejemplos e indicar por qué están en el texto.
6.
Conclusión
PREGUNTAS QUE TE PUEDEN GUIAR:
1.
¿Cuál es el tema del
texto?
2.
Divide el texto en dos
partes atendiendo a su significado.
3.
¿Transmite paz y
serenidad este poema? Razona
tu respuesta.
4.
Señala el verso que te parezca
más prosaico, como
extraído de una noticia periodística.
5.
¿Por qué crees que el
poeta compara a Madrid con
un cementerio?
6.
Explica qué le
reprocha el poeta a Dios.
7.
Localiza los
paralelismos y las anáforas del texto. ¿Qué efecto producen esas repeticiones?
8.
Señala las palabras
relacionadas con los campos léxicos de la muerte, la putrefacción, el dolor y
el jardín.
9.
Identifica las
referencias biográficas y geográficas del texto.
10.
¿Qué significado tiene
para ti en el texto la imagen surrealista de la gran vaca amarilla?
11.
Explica a que tipo de
poesía pertenece el poema según su contenido y su forma (métrica).
COMENTARIO
TEXTO
Nunca desayunaré en
Tiffany
ese licor fresa en ese vaso
Modigliani como tu garganta
nunca
aunque sepa los caminos
llegaré
a ese lugar del que nunca quiera
regresar
una fotografía, quizá
una sonrisa enorme como una ciudad
atardecida, malva el asfalto, aire
que viene del mar
y el barman
nos sirve un ángel blanco, aunque
sepa los caminos nunca encontraré
esa barra infinita de Tiffany
el juke-box
donde late el último Modugno ad
un attimo d'amore che mai piu ritornera...
y quizá todo sea mejor así, esperado
porque al llegar no puedes volver
a Itaca, lejana y sola, ya no tan sola,
ya paisaje que habitas y ususrpas
nunca,
nunca quiero desayunar en Tiffany, nunca
quiero llegar a Itaca aunque sepa los caminos
lejana y sola.
ese licor fresa en ese vaso
Modigliani como tu garganta
nunca
aunque sepa los caminos
llegaré
a ese lugar del que nunca quiera
regresar
una fotografía, quizá
una sonrisa enorme como una ciudad
atardecida, malva el asfalto, aire
que viene del mar
y el barman
nos sirve un ángel blanco, aunque
sepa los caminos nunca encontraré
esa barra infinita de Tiffany
el juke-box
donde late el último Modugno ad
un attimo d'amore che mai piu ritornera...
y quizá todo sea mejor así, esperado
porque al llegar no puedes volver
a Itaca, lejana y sola, ya no tan sola,
ya paisaje que habitas y ususrpas
nunca,
nunca quiero desayunar en Tiffany, nunca
quiero llegar a Itaca aunque sepa los caminos
lejana y sola.
M. Vázquez Montalbán,
Versos de su libro Una educación sentimental
“La canción del Jinete” poema de García Lorca
Una
jukebox,también conocida en castellano
como fonola o rockola, es un dispositivo parcialmente automatizado que
reproduce música.
COMENTARIO DE TEXTO LÍRICO
1.
Comprensión do texto
2. Localización. Contextualización. Relacionar con el
movimiento literario y comparar con otros movimientos paralelos en la misma
época
3. Análisis del contenido: tema - resumen.
4. Análisis de la estructura: MÉTRICA (e. externa) /
SEMÁNTICA (e. interna)
5. Comentario estilístico (siempre justificando, poniendo ejemplos del
texto):
1.
Nivel fónico: verso, rima y estrofa.. Figuras retóricas basadas en el
sonido. Ejemplos y con qué finalidad se utilizan.
2. Nivel morfosintáctico: Predominio de
unas categorías gramaticales sobre otras. Señalar qué valor tienen. Sintaxis. Figuras
del plano morfosintáctico (ejemplos y
valor)
3. Nivel léxico – semántico: Palabras
clave, presencia de palabras compuestas, derivadas, valor connotativo de
algunos términos, sinónimos, antónimos... Figuras y tropos del plano
léxico-semántico. Poner ejemplos e indicar por qué están en el texto.
6.
Conclusión
COMENTARIO
TEXTO
En las cabinas telefónicas
hay misteriosas inscripciones dibujadas con lápiz de labios.
Son las últimas palabras de las dulces muchachas rubias
que con el escote ensangrentado se refugian allí para morir.
Última noche bajo el pálido neón, último día bajo el sol alucinante,
calles recién regadas con magnolias, faros amarillentos de
los coches patrulla en el amanecer.
Te esperaré a la una y media, cuando salgas del cine -y a
esta hora está muerta en el Depósito aquélla cuyo
cuerpo era un ramo de orquídeas.
Herida en los tiroteos nocturnos, acorralada en las esquinas
por los reflectores, abofeteada en los night-clubs,
mi verdadero y dulce amor llora en mis brazos.
Una última claridad, la más delgada y nítida,
parece deslizarse de los locales cerrados:
esta luz que detiene a los transeúntes
y les habla suavemente de su infancia.
Músicas de otro tiempo, canción al compás de cuyas viejas
notas conocimos una noche a Ava Gardner,
muchacha envuelta en un impermeable claro que besamos
una vez en el ascensor, a oscuras entre dos pisos, y
tenía los ojos muy azules, y hablaba siempre en voz
muy baja- se llamaba Nelly.
Cierra los ojos y escucha el canto de las sirenas en la noche
plateada de anuncios luminosos.
La noche tiene cálidas avenidas azules.
Sombras abrazan sombras en piscinas y bares.
En el oscuro cielo combatían los astros
cuando murió de amor,
y era como si oliera muy despacio un perfume
hay misteriosas inscripciones dibujadas con lápiz de labios.
Son las últimas palabras de las dulces muchachas rubias
que con el escote ensangrentado se refugian allí para morir.
Última noche bajo el pálido neón, último día bajo el sol alucinante,
calles recién regadas con magnolias, faros amarillentos de
los coches patrulla en el amanecer.
Te esperaré a la una y media, cuando salgas del cine -y a
esta hora está muerta en el Depósito aquélla cuyo
cuerpo era un ramo de orquídeas.
Herida en los tiroteos nocturnos, acorralada en las esquinas
por los reflectores, abofeteada en los night-clubs,
mi verdadero y dulce amor llora en mis brazos.
Una última claridad, la más delgada y nítida,
parece deslizarse de los locales cerrados:
esta luz que detiene a los transeúntes
y les habla suavemente de su infancia.
Músicas de otro tiempo, canción al compás de cuyas viejas
notas conocimos una noche a Ava Gardner,
muchacha envuelta en un impermeable claro que besamos
una vez en el ascensor, a oscuras entre dos pisos, y
tenía los ojos muy azules, y hablaba siempre en voz
muy baja- se llamaba Nelly.
Cierra los ojos y escucha el canto de las sirenas en la noche
plateada de anuncios luminosos.
La noche tiene cálidas avenidas azules.
Sombras abrazan sombras en piscinas y bares.
En el oscuro cielo combatían los astros
cuando murió de amor,
y era como si oliera muy despacio un perfume
Pere Gimferrer,
La muerte en Beverly Hills
PCOMENTARIO DE TEXTO DEL LIBRO (APARECEN AL FINAL DE CADA UNIDAD)
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